A lo largo de la historia, el ser humano ha visto la necesidad de cuantificar elementos que suceden en su cotidianidad (ábaco moviendo piezas). Esta capacidad racional de hacer cálculos matemáticos radica en la utilidad que supone interpretar información en forma de listas ordenadas, ya que éstas suelen resumir eventos complejos (texto on).

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En últimas, la utilidad de las finanzas y la estrategia corporativa en una empresa no son muy diferentes a la utilidad percibida por nuestros antepasados; en consecuencia, las finanzas suponen la cuantificación de las operaciones realizadas en un periodo de tiempo determinado, pretendiendo simplificar eventos complejos.

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Su valor es de suma importancia para la gestión del negocio, ya que repercute en la toma de decisiones, permitiendo a los directivos contar con información actualizada de la realidad económica y financiera de la empresa, su evolución, sus tendencias. Entendemos que las finanzas no solo permiten saber qué ingresa y en qué gasta la empresa; nos preocupamos por facilitar indicadores y ajustarlos a la realidad de cada empresa, permitiendo realizar predicciones y encontrando fácilmente prácticas que atentan contra la sostenibilidad corporativa.